La mesa organizada por la Unión de Escritoras y Escritores (UEE) en las Jornadas Profesionales de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires abrió a debate la condición y características del trabajo de los mismos. Fue el martes 23, en una sala llena y con personas de pie, que siguieron con interés el tema y luego hicieron preguntas. Participaron la escritora Ana María Shúa; la investigadora Paula Simonetti, autora de “Trabajo y literatura: representaciones en torno al oficio de escritoras y escritores en la Argentina”, y Pablo Wisznia, abogado especialista en derecho autoral. La coordinación estuvo a cargo de Enzo Maqueira, responsable de prensa de la UEE.
Simonetti -que es, además, investigadora del Conicet y realiza un trabajo a nivel nacional sobre el tema- destacó el cambio que se está dando en la conciencia de los escritores al entender sus creaciones como trabajo. “La idea romántica de que arte y trabajo se contraponen ha ido desechándose”. A la vez, ha encontrado que mientras el negocio en las industrias culturales crece, la condición del escritor como trabajador sigue siendo precaria y “se reveló como estructural”.
Ana María Shúa -de abundante obra reconocida y que en 1984 produjo un éxito con Los amores de Laurita- recordó que la radicación de las editoriales españolas en los 80 produjo un cambio en la relación con los editores. El mismo se dio al aparecer los contratos de edición que caducan, cuando antes lo habitual eran los “vitalicios”, y la posibilidad de cobrar un adelanto por los derechos. A la vez, se quejó porque aún así los contratos que concluyen obligan al escritor a exigir su remisión. Y aconsejó: “no hay que firmar nunca contratos que cedan de manera definitiva dichos derechos”.
Pablo Wisznia -que es magister en propiedad intelectual por Flacso y director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión- agregó que aquellos contratos con rendimientos semestrales que dan dos meses para su liquidación autoral son un exceso que atrasa en tiempos de inmediatez digital y recordó que en los EEUU los autores o guionistas del cine, que en 2023 realizaron una histórica huelga, tienen un seguimiento de las producciones que les permiten conocer los rendimientos reales. “Hay que entender que con cada libro un escritor entrega la vida”, dijo.
Después de varias preguntas (algunas de ellas conducían a otros temas centrales como la situación de la ley del libro que la UEE ha impulsado y que se encuentra en la Cámara de Senadores) las exposiciones dejaron en claro que se retribuya o no, lo que la escritora o escritor entregan es trabajo y debe ser reconocido y justamente recompensado como tal.
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